· Después de la desaceleración económica del 2019, en 2020 se prevé una estabilidad necesaria para todo el mundo.
Según el análisis del Consejo Intersectorial de Empresarios (CIESC), las previsiones de los principales organismos internacionales coinciden en el hecho que este 2020 habrá una estabilidad después de la desaceleración del 2019. Esta estabilidad permitirá a las empresas poder volver, poco a poco, a situarse en una buena posición de mercado.
Aun así, el crecimiento del PIB mundial será mínimo: entre un 2,5% y un 3%. Este auge débil del PIB provendrá gracias a la aportación de las economías emergentes y en desarrollo. Estas economías emergentes se calcula que podrán registrar un aumento del PIB desde el 4,1% el 2020, hasta un 4,4% el 2022.
A la economía española, igual que las economías de los países de la Unión Europea (UE), el crecimiento será simbólico, y es que las estimaciones apuntan a tan solo un 1,9% de aumento del PIB para los próximos dos años. A pesar de este poco crecimiento, el Banco de España aumentará en un 1,7% su propio PIB, pero en los años posteriores -2021 y 2022- se prevé una moderación del crecimiento entre el 1,5% y el 1,6%.
Basándose en esta estabilidad y moderación del 2020, si no hay conflictos comerciales graves, se asoma también una cierta reactivación de la economía por los años siguientes. De este modo, la estabilidad que se pedía desde el sector económico llegará este año y según las previsiones se va a mantener -como mínimo- un par de años más.